martes, agosto 30, 2005

cadáver exquisito con mi amigo Pato


La cosa es así, es una soberana estupidez esto de ser un adicto a la
intensidad. Intensidad, lo que yo muchas veces pido y otras odio, qué terrible.... La verdad es que estos sentimientos encontrados, no sé dónde, me molestan, porque no tengo "intensidad", quién la tiene??, y por qué tenerla, si lo único que atrae es lamentar lo de la noche anterior, aunque no hay nada realmente anterior porque todo está sucediendo ahora. Todas las historias, todos los amores, todos los dolores, todos son ahora. Todos se actualizan y evolucionan a cada segundo, y los llevas contigo los pones allí y te poseen, te habitan una y otra vez, y otra.... Lo importante es el cuándo, es la una y cuando pasamos al otro. Lo único importante a saber es el momento de partida. Cuando se parte??
Hoy, que ya he partido varias veces, ese momento no me deja de exitar, exitar no por el hecho de dar el primer paso, por el contrario, el dar el segundo, y el..... El primero no deja de ser un estornudo primario, fácil, cómodo; el segundo, ya es algo que lamentas, pero ahí es cuando uno parte, a lo que los otros pasos te llevarán, pero siempre, claro, que el primero no es tuyo, sino es dado, entonces, cuándo uno es responsable de sus "pasos"?? Responsable y al mismo tiempo víctima, pues no se puede ser sino lo que uno es, no se puede ver sino lo que uno uno es capaz de ver, ni amar más de lo que uno puede, incluso, no se puede sufrir más de lo que uno está dispuesto. Al final uno vive como puede.