martes, noviembre 22, 2005

Hermanos

Revienta el violeta en los jacarandá, el rojo en los seibos. Los toco y los abrazo, les agradezco. Primavera, al fin.
Si pudieran hablarnos....Imagina lo que diría un ser que no se mueve, que nos ve pasar a su alrededor y vivir nuestras vidas a nuestro ritmo, mientras él, lentamente, existe. Hay araucarias que deben ser testigos de toda la historia de Chile.
Deben sentir compasión por nosotros. Tan pequeños a su lado. Tan frágiles y movibles.

Cerca de mi casa hay una plaza con seibos realmente enormes. Llego ahí trotando, miro hacia arriba, no alcanzo a ver sus copas. Me gusta sentir que son como hermanos mayores. Ellos me abrazan con su sombra, también.