jueves, diciembre 08, 2005

Historias de amor

Fue el 28 de diciembre de 1992. Yo tenía 18 y él casi 20. Era el cumpleaños de mi amigo Chernilo, a quien conocí en el preuniversitario. Chernilo vivía a tres cuadras de mi casa, así que me fui hasta allá caminando con mi hermana. Él, Diego, apareció con su cuerpo tremendo y alzó los brazos como colgándose del techo. Yo lo ví y juro que cada célula de mi cuerpo dijo: "Él es".
Nos miramos, nos sonreímos, hablamos de alguna cosa, supongo. Lo que recuerdo más fue su entrada de galán que hacía temblar. Yo estaba sola sentada en un escalón y él llegó a sentarse a mi lado y me dijo "Tú, aparte de tener los ojos verdes ¿Qué más haces?". Yo no hacía nada en realidad, había dado la PAA recién, no sabía qué iba a estudiar, no hacía nada. Por lo tanto no supe qué responder y creo que dije "Canto en el coro". ¡Qué ñoña! Era cierto, cantaba en el coro de mi colegio, que era un buen coro. De hecho ese verano dimos un concierto en el Municipal, cantamos el Stabat Mater de Pergolesi.

No recuerdo cuánto más hablamos o compartimos en ese cumpleaños, pero recuerdo que en el momento de irme, me despedí de todos dejándolo a él para el final. Y al darle un beso en la mejilla, me dijo al oído "Pornography queda chico al lado tuyo".

Era un piropo en clave: Pornography era el disco más romántico y estremecedor de The Cure. Y él sabía que yo sabía.

Al día siguiente, llamé a mi amigo Chernilo y le pedí el teléfono de Diego. "Está pololeando", me dijo. "Ya sé" le respondí.

Respiré tres veces y lo llamé.

-Tenemos un problema...
-Ya sé que estás pololeando-
dije-.
-Ese no es el problema.
-¿Cuál entonces?
-Que en unos días me voy al sur por un mes y no tenemos tiempo para conocernos, coquetearnos, pinchar y todo eso...
-Ah. Pero el tiempo es una convención. Un mes puede ser poco.
-¿Te gusta el ajo?
-Sí ¿por qué?
-Estoy con mi prima y vamos a comer tallarines con ajo ¿quieres venir?
-Voy para allá.

Resulta que Diego vivía a ocho cuadras de mi casa, pero eran cerca de las 11 pm. y en mi casa aún eran terribles con los permisos. No era llegar y salir. "Daniel Chernilo terminó de escribir un cuento y quiere que yo lo vaya a leer" le dije a mi mamá (ella le tenía buena barra a Daniel porque era inteligente y bien portado). "Bueno, te acompaño hasta allá". "Chuuucha, pensé. Y bueno, me acompañó, mientras yo rogaba porque Daniel estuviera despierto y no me mirara con cara de ¿qué haces tú acá? al verme aparecer. Mi buena estrella me facilitó las cosas (en ese tiempo yo tenía buena estrella siempre) y en la puerta de Daniel estaba su hermano menor, Raúl. Lo saludé, "Daniel me espera" y entré.

Le tuve que explicar a Daniel todo el enredo y tuve que aceptar que fuera conmigo. Llegamos donde Diego, jugamos cartas, comimos, nos reímos. Me despedí en la puerta, no sin antes averiguar donde iba a ir para el año nuevo.

El 31, tuve que mentir, otra vez, como siempre, para ir a la fiesta en el subterráneo del Omnium. Yo iba vestida con chaqueta y corbata. En ese tiempo tenía la piel blanca como papel y me pintaba mucho los ojos con delineador rojo y sombras de colores. Muuy dark. Al rato me encontré con él en la barra. Nos saludamos y nada más. Él andaba con su polola que nunca me vio, a pesar de que yo bailé a su lado toda la noche. En la madrugada, ella lo tomó de la mano para irse y yo lo tomé de la otra. Él me miró como diciendo "no, por favor". Yo saqué una carta que llevaba para él y se la pasé. Le sonreí y se fue. Al día siguiente se iba de vacaciones con ella.

Una semana después, Daniel me dice "parece que en la casa de Diego hay una carta para ti, porque tiene tu teléfono en el sobre". La fui a buscar de inmediato.

"FUE UNA BUENA NOCHE. BAILASTE MEJOR DE LO QUE ME HABÍA IMAGINADO. TUS DIENTES ESTABAN AÚN MÁS BLANCOS QUE ANTES, Y DIOSES, ESA BOCA DE MENTIRA QUE TIENES MÁS ABAJO DE LOS OJOS. ME SACUDO COMO PERRO, MIRANDO EL SUELO, VEO SUS TOBILLOS, Y LA AMO, PERO NO LA VEO, TE VEO A TI, ESCUCHO TU RISA QUE LO LLENA TODO, SIENTO EL OLOR DE TU FRENTE. NO SE QUE DEBERÍA HABER HECHO PERO SIN DUDA NO HICE LO QUE QUERÍA. AHORA ME VOY, TU DICES QUE EL TIEMPO ES UN DETALLE, PERO SE QUE SABES LAS MARAVILLAS QUE SE PUEDEN HACER EN UN SEGUNDO. ES CIERTO, UN MES NO ES MUCHO; ES IMPREDECIBLE. QUIZÁS YA NO VAYA MÁS CON ELLA, QUIZÁS YA NO QUIERA MÁS QUE VERLA TODO EL DÍA, NO SE, DE TODAS MANERAS, GUSTO A POCO ES UN MITO INDEFENDIBLE QUE NO SUFRIRÁS; PERSONAS CURIOSAS MOVEMOS EL UNIVERSO.

-HUIDOBRO ES GRANDIOSO, GRACIAS POR RECORDÁRMELO Y DEJARME SABER QUE SABES.
- ESTÚPIDAMENTE CREO QUE TE VOY A ECHAR DE MENOS , PERO NO ES ETERNO.
- CUANDO VUELVA LEEMOS + HUIDOBRO Y NOS ENROLLAMOS JUNTOS EN SU SÁBANA DE PALABRAS.

CUÍDATE, SIGUE SIENDO UNA DE LAS MÁS LINDAS QUE CONOCÍ Y POR FAVOR, NO MUERAS EN MI AUSENCIA, PORQUE NO VOY A ESCRIBIR.

VOY A ESTAR ESPERANDO QUE ESPERES.
CIERRA LOS OJOS Y ESTOY AQUÍ"

Morí. Así de simple.


En los días siguientes escribí 8 o 9 cartas con recortes, papeles de colores, poesía, fotos y palabras de ansiedad. Como no tenía donde mandárselas se las dejaba en su casa.

El 23 de Enero, estaba yo con un par de amigas y con Daniel, haciendo nada. Daniel llama a su casa y dice "Diego volvió". Partimos a verlo. Tuvimos que hacer toda una parafernalia, tomar once, ver una película (mientras él acariciaba en la oscuridad mi oreja), jugar cartas para dejar que la noche avanzara y los demás quisieran irse. Estábamos sentados en la mesa de la cocina, cuando mis amigos se decidieron a marcharse. A penas Daniel cerró tras de si la puerta de entrada, Diego se abalanzó sobre la mesa para besarme. Y no paramos nunca más.

Al día siguiente su mamá nos iba a dejar a mi casa donde íbamos a dormir. "Niños- nos decía- ¿no será mejor gatear antes de caminar?". "Imposible gatear cuando estamos en medio de una carrera desesperada, mamá", respondía él.

No nos separamos ni por un solo día por años. Y las cartas, postales y tarjetas duraron años, también. Y miles de sorpresas heroicas, como yo llegando al dentista y la secretaria entregándome mensajes de amor que él había pasado a dejar horas antes porque sabía que yo iba a ir. O yo saliendo a clases en la mañana y encontrando colgada en la reja una hoja de cuaderno con cientos de besos y languetazos en clave.

Ese hombre me cambió la vida. Yo no sabía que podía amar hasta ese instante, ni sabía que me podían amar de ese modo. Yo solo quería morirme temprano y su amor fue taaaan enorme que me dieron ganas de ser la mamá de sus hijos y esperar a que la vida hiciera lo suyo y morir de vieja a su lado. Ese hombre me regaló las ganas de vivir, la esperanza.

Ese hombre se casa en febrero y yo solo quiero que sea infinitamente feliz y que tenga unos hijos hermosos que le llenen de gozo el corazón, porque va a ser un papá de lujo.

3 Comments:

At 11:46 a. m., Anonymous Anónimo said...

me dieron ganas de llorar. que lindo.

 
At 12:07 p. m., Blogger crisis said...

fuerte lo tuyo.

 
At 1:48 p. m., Anonymous Anónimo said...

qué divertido! a los 12 conocí a daniel chernillo en una fiesta en casa de una amiga. yo vestía unas patas verdes, un polerón fucsia y un par de espinillas en la pera, a pesar de eso pinchamos y hablamos un par de veces por teléfono. unos años más tarde celebré mis 18 en una fiesta de año nuevo en el subterráneo del omnium, seguro nos topamos bailando a los barrakuda. como dicen: "el mundo es un pañuelo".

 

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